LA AUTÉNTICA Y ORIGINAL: LA GUERRA POR EL NOMBRE, PARTE TRES
Gladiadores,
todos nos hemos emocionado por un duelo de apuestas y creo que puedo decir que se
siente como alguna final de futbol, un evento que desata una pasión desbordada.
Así que hemos llegado al episodio final de esta rivalidad que cimbró la
historia de la lucha libre en México. Queridos gladiadores sean bienvenidos al
final de esta trilogía, la auténtica y original: la guerra por el nombre,
parte tres. ¡Comenzamos!
El pacto
Después
de haber arribado al lugar que juró jamás nunca volver, L.A. Park en las
semanas posteriores se dedicó a arrasar con La Parka. En cada plaza que
se presentaba se notaba ese rencor y odio que tuvo guardado durante mucho
tiempo y por fin había llegado el momento de poner las cosas en su lugar. Para
ello, el 19 de mayo de 2010 en Actopan, Hidalgo, los dos gladiadores firmaron
el contrato, pero, ¿qué firmaron? Algo muy pesado, una lucha de apuestas por el
NOMBRE DE LA PARKA.
No hay plazo que no se cumpla, ni fecha que no se llegue
Bitácora
de la catástrofe. Coordenadas del impacto: Ciudad de México, Palacio de los Deportes.
Fecha y hora: 6 de junio de 2010, 23:30 horas. Nombre del huracán: TriplemanÍa XVIII. Todos los asistentes en el inmueble y los que tenían acceso al pago
por evento, no daban crédito a lo que estaba por suceder.
El
primero en aparecer en escena, L.A. Park, acompañado por Dorian Roldán (ejecutivo
de la AAA) y con una silla en mano, señal que esto sería una verdadera
guerra. El que faltaba, La Parka, se presentaba con su tradicional tema de Thriller
y era acompañado como su second el licenciado Joaquín Roldán (presidente
de la AAA). Los dos frente a frente, público dividido, coreando ambos
nombres que no se distinguía para quién iba el mayor apoyo, la lucha libre
mexicana estaba por vivir la lucha más morbosa en su historia.
L.A.
Park
tomaba la iniciativa, golpeaba a La Parka con demasiado rencor; lo llevaba
entre el público haciendo sentir que todo lo tenía bajo control, y así era.
Rompió la máscara del estandarte de AAA y lo maniató a tal grado de
lanzarlo sobre una mesa de madera. No se veía por donde La Parka podía reaccionar,
su base de fans estaba tan preocupada que no se escuchaban gritos de apoyo hacia
él, solo cánticos animando al oriundo de Monclova.
En un
acto de gallardía más que de habilidad luchística, La Parka reaccionaría,
ahora tomaba el sartén por el mango y debilitaba a su rival. La lucha se
tornaba un poco más lenta, ya que el desgaste físico era importante. Después de
golpear al referee en una manera accidental, L.A. Park
aprovecharía el momento para aplicarle un martinete a La Parka.
Indignado, el presidente de la AAA subiría al ring a reclamarle a L.A.
Park el porqué de su accionar, mientras tanto, el luchador se preparaba para
darle un sillazo cuando el hijo del presidente, Dorian, subía al cuadrilátero a
impedirlo. Tapia se volvía loco y le recetaba un sillazo a cada ejecutivo,
mientras que un momento, Dorian le regresaba la dosis a L.A. Park, y
ahora ambos gladiadores estaban tendidos en la lona, inertes y sin referee
de por medio.
Cuando
de repente, se escuchó una jauría, Halloween y Damián 666 entraban
a la acción para poner a L.A. Park encima de La Parka para hacer
toque de espaldas, ¡los Perros del Mal llegaban a la AAA! Rápidamente,
el Hijo del Tirantes se deslizaba dentro del encordado para hacer el
conteo de tres… ¡L.A. Park ganaba el nombre de La Parka! Los
Perros del Mal subían al ring a celebrar, pero no se enteraban de lo que sí
pasaba en la televisión. Increíblemente, la comisión de box y lucha de la CDMX
anulaba el resultado porque el referee que hizo el conteo, no era el
asignado.
Con un
sabor amargo, terminaba este pleito. Se demostró que L.A. Park era mejor
luchador que La Parka, el dominio de la lucha en un 70% fue del que
quería recuperar su nombre. Al final de cuentas, se sabía que la AAA no
iba a regalar o dejar ir tan fácil un nombre que le dejaba mucho dinero, pero
se puso de manifiesto que, quien era mejor de las dos Parkas, era Adolfo
Tapia, la auténtica y original, L.A. Park.
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