LOS GALENOS DE LA LUCHA LIBRE
Dedicado
a todos los médicos de México y en especial a Mayra. Gracias por ser una gran
doctora, hermana y compañera por el amor a este deporte.
No cabe
duda que la lucha libre mexicana ha representado diferentes áreas de la cultura
de nuestro país. Y un nicho en especial que ha sido personificado, es el área
de la medicina. Grandes personalidades, tanto arriba como abajo del ring, han enaltecido
a los doctores. Es por ello que hoy en “A una caída” les rendimos honores, esto
es: “Los galenos de la lucha libre”, ¡comenzamos!
Dr. Wagner
“¡Ya llegó Simón Blanco!”. Manuel González Rivera dio vida al luchador más famoso
que ha interpretado a algún médico, Dr. Wagner. El galeno del mal, oriundo
de Zacatecas, hizo su debut en Guadalajara, Jalisco, el 16 de julio de 1957. De
un carácter agresivo y una calidad luchística exquisita, se encumbraría en lo
más alto del pancracio mexicano haciendo equipo con el Solitario y el Ángel
Blanco; la ola blanca. Dentro de sus trofeos más preciados se encuentran las
máscaras de: Septiembre Negro, los Gemelos Diablo y la cabellera de su otrora
compañero, el Ángel Blanco.
La
caída de su capucha sería en manos de su excompañero, el Solitario, el primero
de diciembre de 1985, en la Plaza de Toros Monumental de Monterrey, Nuevo León.
Desafortunadamente, en 1986, sufre un accidente de auto sobre la carretera
Monterrey-Laredo, junto a Jungla Negra, el Solar, Mano Negra y el Ángel Blanco,
este último, falleciendo en el lugar y también, acabaría con la carrera del Dr.
Wagner. El 12 de septiembre de 2004, Manuel González fallece en Torreón,
Coahuila.
Médico Asesino
Después
de portar los nombres de Don Cesáreo y La Bestia, el 9 de febrero de 1952, hace
su debut como el Médico Asesino. Con su 1.90 metros de estatura y sus más de
125 kilos de poder, Cesáreo Anselmo Manríquez González, se incorporaría a la
rica historia de la lucha libre ganando trofeos como: las cabelleras de Tonina
Jackson y Broadway Venus, así como las máscaras de El Leñador y El
Estrangulador. Desafortunadamente, en 1959, después de una cirugía, le fue
detectado cáncer. Finalmente, el 16 de junio de 1960, el Médico Asesino muere
en Torreón, Coahuila.
Dr. Wagner Jr.
Portador
de uno de los legados más importantes en la historia de los encordados, Juan
Manuel González Barrón, debuta como Dr. Wagner Junior el 7 de abril de 1986 en
la ciudad de Monterrey, Nuevo León. Con una fina estampa, una técnica a ras de
lona impresionante y la rudeza heredada de su padre, la eminencia clínica
del ring, dejaría una huella imborrable en las empresas más grandes que ha
tenido la lucha libre mexicana (UWA, CMLL y AAA). Teniendo como punto más alto
de popularidad al principio de los años dos mil, la Wagnermanía,
lograría triunfos en duelos de apuesta muy importantes como las cabelleras de
Rey Misterio y Pierroth Jr.
Después
de barrer todo México, Japón, Estados Unidos, Sudamérica y varios países de
Europa, llegaría la cita más importante, el consultorio; Arena Ciudad de
México, motivo de la consulta; máscara contra máscara, paciente; Psycho Clown. El
26 de agosto de 2017, perdería su incógnita en Triplemanía XXV, un
evento que, hasta el día de hoy, sigue causando dolor a quienes somos fieles
seguidores del galeno del mal.
Doctor Alfonso Morales Villela
“¡Ay
amachitaaaaaa!”. ¿Creen qué lo había olvidado? Pues ¡no!, una de las más
grandes figuras de la lucha libre sin ser protagonista en el cuadrilátero fue
él, sí, el Doctor Alfonso Morales. Graduado de la UNAM como médico en
psiquiatría, se desempeñó en los medios de comunicación como narrador de boxeo
y lucha libre. Quienes somos amantes a este deporte, recordamos con mucho
cariño sus crónicas en el CMLL y la AAA. El Doctor Alfonso Morales es tan
mítico, que incluso se le adjudica, que, él realmente era el luchador Tinieblas,
y también, predecir la caída de la máscara del Dr. Wagner Junior.
Desafortunadamente, el 17 de diciembre de 2020, falleció a causa de una
insuficiencia renal en la Ciudad de México.
Como
lo mencioné al inicio de esta gran aventura, la lucha libre mexicana está tan
arraigada en nuestra cultura, que, hasta la medicina, se encuentra representada
en ella. Muchos de ellos personifican al bien y otros al mal. Pero sin duda,
hacen un gran homenaje a todos aquellos que luchan día a día por salvarle la
vida a seres humanos, ellos son los verdaderos héroes de la vida cotidiana, por
eso desde “A una caída” y en revista Nómada, a todos los médicos de México, les
decimos; ¡gracias!
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